domingo, 2 de junio de 2013





El Messerschmitt

        Me 262.





          El Messerschmitt Me 262, apodado Schwalbe (‘golondrina’ en alemán, en versiones de caza) y Sturmvogel (‘petrel’, en versiones de ataque), fue el primer avión de combate de reacción del mundo en estado operacional.2 Fue diseñado y construido en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y entró en servicio con la Luftwaffe en 1944 como avión de caza. Sin embargo, también fue utilizado para otras tareas incluyendo ataque a tierra, reconocimiento e incluso versiones de caza nocturno.






          Es considerado el diseño aeronáutico alemán más avanzado que haya sido usado3 y según algunos historiadores fue un avión que podía haber recuperado la supremacía aérea para la Luftwaffe. No obstante, el impacto que tuvo en el curso de la guerra fue insignificante debido a su tardía introducción y al reducido número de ellos que entró en servicio.4 El Me 262 ha influido en el diseño de muchos aviones de la posguerra como el North American F-86 Sabre y el Boeing B-47.3

                                Messerschmitt Me 262 Schwalbe 3d drawing.svg



           El desarrollo del Me 262 comenzó en otoño de 1938 con la designación "Projekt P.1065". De la mesa de diseño del equipo, bajo la dirección Dr. Waldermar Voight y la supervisión de Wilhelm Messerschmitt, salieron los planos basados en el concepto de un caza-interceptor con dos motores gemelos a reacción. El diseño inicial contemplaba la ubicación del motor en medio del ala, el tren principal al centro en bahías trenzadas debajo de la góndola (cabina del piloto) y una forma de ala perpendicular al fuselaje. Después de dos revisiones, se modificó la disposición del tren de aterrizaje principal en bahías enfrentadas bajo la góndola y una inclinación del ala en forma de flecha. Así se envió una propuesta concreta al ReichsLuftfahrtMinisterium (RLM) en mayo de 1940. En julio, el RLM ordenó la construcción de tres prototipos para ser impulsados por turborreactores BMW P-3302 de 600 kgf de empuje unitario.





               El piloto Hans Guido Mutke aterrizó de emergencia en Dübendorf (Suiza) con este Me 262 el 25                                                       de abril de 1945.




BMW.svg          Los problemas del motor a reacción inicial (BMW) obligaron al uso de un nuevo motor desarrollado por Junkers bajo la supervisión y diseño de Anselm Franz: el motor Jumo 004A. Más de un año después del vuelo inaugural del primer prototipo Me 262 V1, el 18 de julio de 1942 el piloto de pruebas Flugkapitän Wendel al mando de los controles del Me 262 V3, dotado de dos nuevos motores de preproducción Jumo 004A de 840 kgf de empuje unitario, el tercer prototipo del caza por fin voló sin motor de pistón. Sin embargo, el vuelo de prueba no transcurrió sin problemas. El ingeniero Ludwig Bölkow comentó en una entrevista que el morro del aparato no se levantaba de manera que pudiese despegar. Después de analizarlo, se pidió al piloto de pruebas que, al alcanzar la velocidad de 200 km/h, aplicara los frenos para conseguir la inclinación del morro del avión por inercia. Tal maniobra funcionó, el morro se inclinó y el Me 262 despegó, unas semanas después de que su contraparte británica, el Gloster Meteor, entrara en escena. Tres semanas después, en su segundo vuelo, se estrelló. El problema sería resuelto de forma definitiva en el quinto prototipo, al cambiar el diseño original del tren de aterrizaje por uno de tipo triciclo.



























 Armas 


          Otro de las armas que usaba eran los cohetes R4M. EL Me 262 tenía capacidad para 22 y cada uno tenía 200 mts de alcance y la capacidad de destruir un bombardero.








 En la guerra.



          Cuando el Me 262 tomó por asalto los cielos de Europa con su enorme superioridad, se presentó como caza-bombardero, caza-interceptor, caza nocturno (con un asiento para el oficial de radar) y avión de ataque. Futuras versiones incorporarían despegue asistido por cohetes, alas en flecha positiva de mayor incidencia con deriva (cola) en "V", bombas planeadoras a control remoto y cañones antitanque. La mayoría de los prototipos se encontraban en abril de 1945 en etapa de desarrollo y pruebas.

          Pero esto no fue suficiente y ya era demasiado tarde para cambiar el balance de poder del frente europeo. La escasez crítica de medios de producción, pilotos entrenados o combustible de los que adolecía Alemania hacia el final de la guerra, contribuyeron en conjunto a forzar la operación de la unidades de caza con bases instaladas sobre la marcha a lo largo de la Autobahn, la principal autopista de Alemania, donde se encontraron una gran cantidad de ejemplares abandonados al final de la guerra.


          Me 262B-1a/U1 caza nocturno adaptado para entrenamiento en pruebas de posguerra por la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

          En el Japón, que a través de un submarino alemán recibió desarmado un ejemplar completo de un Me 262, se construyó una versión modificada más pequeña para utilizarla como avión de ataque. De igual modo que su hermano alemán, el Nakajima Kikka poco pudo hacer, debido a que de los dos prototipos construidos, sólo uno llegó a volar el 7 de agosto de 1945, un día después del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, mientras que el otro nunca voló y fue capturado por los estadounidenses.



Nakajima J9Y Kikka.





          Este producto de la fábrica Messerschmitt AG cayó en manos de los Aliados tras el final de la contienda en la forma de todos aquellos ejemplares que pudieron capturar. Los estadounidenses organizaron una operación de nombre código LUSTY, bajo el mando del coronel Harold Ernest Watson, para realizar el acopio de todos los ejemplares de Me 262s que encontrasen, trasladarlos a Cherburgo -Francia- y embarcarlos a bordo del portaaviones británico HMS Reaper con destino a Estados Unidos para su evaluación. Los británicos llevaron para sí ejemplares del mismo, uno de ellos pilotado por el capitán Eric Brown, jefe de pruebas de la RAF en Farnborough. El capitán Brown, en una entrevista para la serie de televisión WARPLANE (Granada Production, 2006), afirmó que en su opinión, "por mucho, fue el avión más formidable de la Segunda Guerra Mundial". Luego de múltiples análisis de evaluación y desempeño, uno de los ejemplares terminó en el Museo Aeroespacial de la Fuerza Aérea Real de Cosford, Gran Bretaña. Los soviéticos hicieron otro tanto.

          La evaluación tanto de las características de vuelo como de los diseños de este y otros aviones alemanes contribuyeron al aceleramiento de los trabajos sobre el caza estadounidense F-86 Sabre y el caza soviético MiG-15, quienes se disputaron la soberanía de los cielos en la Guerra de Corea.

          Después de la guerra, la fábrica checa AVIA continuó ensamblando versiones del modelo de caza monoplaza y biplaza con partes del inventario sobrante del Reich alemán hasta comienzos de la década de 1950, donde la producción cesó en favor de otros tipos, entre ellos el MiG-15. Un puñado de aviones sobrevivió para contar la historia y fueron destinados a museos en Alemania, Gran Bretaña, Australia, Sudáfrica, Estados Unidos y República Checa.


 





































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